Hoy es otro de esos días, en los que el DOLOR se antepone a los pensamientos más positivos y me sacrifica el Alma con su afilada punzada. En la lucha que libro con el mismo, con el DOLOR, casi siempre salgo yo por ganadora, pero hay días, como este, en el que no puedo controlar mis emociones ante el mismo, y de una forma civilizada, afrontarlo y sonreirle. No puedo, hoy no, porque hoy es uno de esos días en los que él se impone a mi Fortaleza, y en la partida de ajedrez que a diario jugamos, es cuando me derrumba la Torre.
Cuando piensas en DOLOR, o por lo menos yo, (y nótese que en este texto, DOLOR, siempre irá con mayúsculas), lo asocias con Miedo; o sólo lo hago yo, no sé. Tal vez estoy demasiado poseída por esa terrible lacra que se extiende por mi cuerpo y que martiriza sin piedad todo lo que se pone a su altura, todo lo que rozan las fibras neuronales nerviosas del DOLOR, para ser sólo yo, la que hace esa asociación.
Hoy es otro de esos días en los que ahora debería estar aprovechando que entra agua del abasto, para ponerme a limpiar la casa. Hoy es otro de esos días, en los que últimamente, pospongo para más tarde las tareas del hogar, por un teclado de ordenador. Hoy es uno de esos días en los que imploro al mundo comprensión.
Ahora fluyen apaciblemente las lágrimas sobre mis mejillas, pero hasta hace muy poco tiempo se creó un verdadero caos de tráfico de agua salada con muy bajo contenido en serotonina, y un alto grado de nociceptores, éstos se agolparon a borbotones en el canal que llega a las comisuras de los labios, y una vez más, volví a tragarme el DOLOR, pero hoy es uno de esos días en los que el mismo persiste en su lucha contra mi Fortaleza y Buen Humor. Es muy duro, y aún más difícil, combinar ambas cosas, cuando lo que se hace evidente es el poder que tienen esos diabólicos nociceptores, tan necesarios en otras circunstancias. El DOLOR, futuro fin de mi tesis doctoral, S.D.Q., y la Divina Energía.
Hoy es otro de esos días, en los que, como ahora, me levanto de esta silla, y sigo diciendo: ¡no podrás conmigo, DOLOR, soy más fuerte que tú!; y ahora es cuando me levanto y me voy a lavar los pisos, voy a aprovechar que entra el agua del abasto, voy a sacarle provecho a este día inmundo de malestar, porque Hoy es otro de esos días, en los que el QUERER, se le impone al PODER.
Hoy, sin ser uno de esos días, he sido yo, la que le ha destrozado su Torre, con mi pequeño Alfíl.
VALK
Hoy es otro de esos días en los que me enorgullezco de haber conocido a una MUJER como tú; hoy es otro de esos días en los que, al despertar, puedo sentirte respirar a mi lado; hoy es otro de esos días en los que agradezco que sigas viva y a mi lado. Te Amo, Vida.
ResponderEliminarGracias, Guelfor, porque tú eres mi gran razón para aguantar, para seguir adelante, para saber que más allá del precipicio hay un mundo por explorar, y que es gracias a tí que ese mundo aparezca. Te Amo, Vida.
ResponderEliminarOs envidio! Son una pareja de las que ya no ahi...Valk No te conosco personalmente pero Me encantaria algun dia poder hablar un ratillo contigo! La vdd Tu esposo el cual es un caballero en todos los sentidos de la palabra! me dijo lo de tu carrera d psicologia la cual Kisiera ser tu conejillo d indias!
ResponderEliminarLes mandoo Un grandisimo besooo
att:Zapata
Un abrazo también para tí. Me siento muy halagada por lo que dices de mi marido, y yo te ratifico que así es; Todo un Caballero.
ResponderEliminarMuchas gracias, y no dejes de pasarte por aquí de vez en cuando. Un besito.
Digo k cada vez k siento k el dolor me derrumba leo este texto k llena mi mundo de valor para afrontar tanto sufrimiento!!! lo leeria mil y una vez ya k es como una toma de energia para mi baja bateria...
ResponderEliminarGracias